26 de diciembre de 2006

Por si lo leyeses...

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.

Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.

Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.

O sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.


Mario Benedetti


(lo siento... te echo de menos y no he podido evitarlo...)

25 de diciembre de 2006

No he comprado casi nada

... solo un par de juguetes discretos a mi sobrino, por eso de que la navidad es especial sobre todo para los niños. El aún no se entera del porqué del aluvión de cacharros sonantes, rodantes, achuchantes y manoseantes que se le está viniendo encima: solo disfruta. Los niños pueden disfrutar de las cosas nuevas por el mero hecho de ser nuevas y eso no los hace políticamente incorrectos.
No he comprado nada más porque el resto de cosas que podría llegar a desear, o son superfluas y achacables a la avaricia pueril - véase el iPod de las narices -, o sencillamente no se pueden comprar, ni conseguir, ni fabricar...
Y es que si me llego a presentar en el mostrador de información de El Corte Inglés preguntando en que sección venden los recuperadores del juicio para papás seniles y por tanto de la felicidad para mamás abnegadas, no me extrañaría que me hubiesen detenido preventivamente por subversiva.
Seguro que a más de un soñador lo tienen en las mazmorras hasta después de reyes para que no alborote al gallinero.

Ladies and Gentlemen, vayan pasando por caja, que es Navidad.

20 de diciembre de 2006

Invierno


14 de diciembre de 2006

Fugaz

Según me alejo de la ciudad voy perdiendo el recuerdo del olor de tu cuello, pero sigo disfrutando de la placidez.
Creo que no es que ahora sea capaz de ser feliz, sino más bien que noto mucho el contraste de estos días que van fluyendo con más facilidad que en los meses anteriores. Cierro los ojos y casi me recuerdo cayendo de muy alto, impactando contra el mar inmenso de mi propio desánimo.
Abro los ojos y siento que he debido llegar a la playa. Noto la arena mullida y la espalda caliente. Se me cruza por primera vez desde hace mucho tiempo una estrella fugaz y disfruto del momento sin pedir ningún deseo.
Cuando regreso de los abrazos no hay nada realmente importante que me falte.

12 de diciembre de 2006

El otro lado

Del otro lado de las ondas me llega tu presencia metálica, tu voz computerizada. Y aquí, mi impresión y mi desasosiego al descubrir que algo como tú -tan grande- cabe en un aparato tan pequeño. Desde el otro lado del abismo telefónico absorbes mis palabras y envías al infinito el nido de víboras que es a veces vivir...
Estás al otro lado y te siento rozando mi mano.

7 de diciembre de 2006

Descanso

Pues eso, que estoy regalándome unos días de descanso y apenas toco el ordenador. Hay muchas cosas por hacer aparte de esto: arreglar humedades en casa, podar la morera, dormir y retozar como gatas al sol, pasear por las atestadas calles del centro de Barcelona, probar teterías, ayudarle con el pluriempleo, reencontrar amigas, disfrutar de los desmanes climáticos que parecen alargar el otoño eternamente, sonreir mucho a pesar del miedo que tengo a que no salga bien tampoco el nuevo trabajo...

...espero que como mínimo lo esteis pasando igual de bien ;-)

1 de diciembre de 2006

Estupefacta y Cariacontecida

Jueves 30-11
17:45
A punto de salir del curro, me llama el jefe a su despacho. Me dice que no he resultado ser tan rápida aprendiendo ni tan simpática con los clientes como ellos esperaban. Además la empresa no esta económicamente para segundas oportunidades. Me despiden. Los papeles están preparados sobre su mesa: el cheque, la carta, etc... Solo han pasado cinco semanas y como estoy en periodo de prueba, al día siguiente no tengo que volver. Él habla y se excusa con cara de Gran Hermano que no tiene mas remedio que hacerlo. Le digo que habría sido un detalle saber de antemano que estaba nominada. Me pregunta como me siento -alucino mogollón-. Le digo que la verdad, solo estoy pensando en como aguantar la sensación de humillación y en qué va a pasar con mi hipoteca. No le digo que se vaya a la mierda. Mierda. Cuando salgo mis compañeros se han ido casi todos. Solo me despido de uno.
18:15
Pillo la bici y me dispongo a cruzar Barcelona pedaleando todo lo rápido que pueda para intentar que salga volando el mal rollo. Las hojas de los árboles de la Diagonal salen volando. Aprieto, aprieto, acelero, hago sonar el timbre, los transeúntes se la juegan.
18:45
Ella abre la puerta. Se lo cuento. Flipa. Me abraza y me dice que esté tranquila, que nos apañaremos. Ha pluralizado. Flipo yo.
20:10
Ella, la bici y yo, subimos en un tren atestado. De momento se acabaron mis días de jipi urbana.

Viernes 1-12
8:15

Hago cola en el INEM, me dan cita para el martes que viene. Aprovecho para hacer recados burocráticos pendientes de los que solo se pueden hacer si estas en paro o si tienes una mañana libre. Dejo un currículum en una empresa de lo mío que me pilla de camino.
9:45
Me llaman de esa empresa para hacer una entrevista.
10:45
Ayer se fueron dos de sus empleados. No me paro a plantearme porqué. Les encanta mi currículum (tanto o mas que a los que me despacharon ayer). Puedo empezar cuando quiera. Les digo que después del puente.

La verdad es que después de esta voltereta, me atrevo a afirmar que la suerte, bizca o no, es una bromista sádica, y al final va a resultar que el conejo que sale de la chistera soy yo.