Érase una vez que apareció el hilo de Ariadna en medio de un lago helado que se acababa en el horizonte.
Érase una vez tu nuca.
21 de septiembre de 2012
19 de septiembre de 2012
El día que no se hizo de día se pararon las hojas de los árboles y los minutos. Ese día no despertaron los pájaros y se rompió el tiempo.
Al día siguiente algunos pudieron estrenar un nuevo tiempo, pero otros tuvimos que empezar a empujar a los minutos, a soplar a las hojas de los árboles y a intentar despertar a los pájaros.
17 de septiembre de 2012
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