Como los vasos que han sido lavados cientos de veces en el lavaplatos... asi estoy... mate y rallada en círculos. No se si será que el otoño que se presume me cala los huesos, o que sencillamente hay partes importantes de mi vida con las que no consigo dejar de aburrirme por mucho que luche contra ello.
La rutina parece pan de hace tres dias conservado en una bolsa de plástico... correosa y puñetera de tragar... y encima sin un misero puñado de palabras brillantes que echarme al blog, de puro hastío laboral.
Quiero volver a ser una cria pequeña para poder patalear sin que me eche para atras que todo el mundo vaya a pensar que soy una gruñona. No soy una gruñona: soy una soñadora que se cabrea con la realidad y lo dice con vehemencia.
¡Puaj! ¡no quiero levantarme, que no ha salido el sol! ¡no quiero ir a ese sitio todo el dia, me aburro! ¡quiero ir con mis amigos! ¿cuando es el próximo puente? ¿cuando llega navidad? ¡caca culo pedo pis!
4 de septiembre de 2006
¿Síndrome?
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10 formas de verlo:
Lo último me ha llegado al corazón... además te entiendo demasiado bien porque me pasa lo mismo. Lo único que puedes hacer es resarcirte de alguna manera viendo por la noche alguna peli que te apetezca o hacer algo que te agrade mucho. Compénsate por las horas de rutina con algo original. Es la única manera de sobrellevarlo.
Un saludo.
"los vasos que han sido lavados cientos de veces en el lavaplatos... asi estoy... mate y rallada en círculos"a mi esta frase me ha gustado mucho...ánimo.1beset
Tranquila, te queda una semana más de depresión post vacacional según los periódicos...
ya eres una cria pataleadora
eps! veus era jo la namaga,
si escric com Anony surt el meu comment,... molt suspitós ummm
y no te mola tener un trabajo y saberte útil para la comunidad? ya sé que no sirve... pero gruñonear no sirve de nada!
ja, ja, ja :o), lo próximo es el Pilar, Todos los Santos, la Constitución y Navidad. Y el próximo sábado, claro.
Besitos
Si es que, normal, despues de unos dias por la tierra mas bella del mundo ya el resto de vida resulta insipida. Pero no te preocupes, lo bueno se va difuminando y una se acostumbra de nuevo a la rutina, e incluso le acaba encontrando el punto, o no, y entonces decide que se acabó, y que es hora de introducir cambios en el dia a dia, sea como sea, tras lo malo siempre llegan tiempos mejores.
Adorable :)
A mí la rutina también me sienta de pena. Pero he de reconocer que no quisiera volver a la infancia. Recuerdo aquello de los pataleos como un horror. Y me gusta mi racionalidad emotiva el doble.
Saludos :)
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