Me guardo el puñado de latidos y olores que llevo en las manos dentro del bolsillo de la chaqueta porque las necesito para reemprender la rutina. Bostezo con pasión. Disimulo los latidos que se mueven dentro del bolsillo abrazando la mochila. Me daría tanta vergüenza que el resto de viajeros se diese cuenta de lo que estoy pensando...
Solo me faltaba que el viejo violinista del tren tocase El Bolero de Ravel con ese acento de los cárpatos para embobarme, pasarme la estación y llegar aún más tarde al trabajo.
12 de febrero de 2007
llegar tarde
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3 formas de verlo:
El Bolero de Ravel es precioso...Merece la pena llegar cinco minutos tarde con tal de oírlo...
Besos.
tienes una vena poético-cotidiana muy notable, sí señora, carmen griss... muchos recuerdos!
bostezo con pasion... uff ¡me lo guardo! con tu permiso claro.
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