Érase una vez una duda que vivía escondida como una piedra en un zapato. Se sentía feliz de ser pequeña pero punzante y estaba orgullosa de su buen trabajo: hacer que la vida no llegue a ser complétamente estable (y aburrida).
13 de junio de 2007
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4 formas de verlo:
Magnífico!!! Me encanta!!!Minipoema en prosa. Eres genial Carmencilla
Precioso nena! :).
Los halagos de las tias buenorras me inspiran aún más: voy a ver si escribo :P
¡No, no, hay que hacer todo lo posible porque la vida no se haga completamente estable! Un poco sí, pero sin llegar a ser aburrida...Y si las dudas contribuyen a eso (algo bueno tienen que tener)...
Besos.
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