16 de julio de 2007

Vivo tantas vidas mientras duermo que muchas veces me despierto cansada e intranquila.

Esta noche en sueños he estado hablando con mi padre. Él no sabía nada de lo que había pasado y yo se lo he acabado contando. Soy una bocazas, no tengo remedio. Si hubieseis visto la cara que ha puesto... Me consuela que al menos lo he podido ver de nuevo, pero no se si se atreverá a volver a aparecer por mis sueños.

Y al abrir los ojos me he notado una sonrisa agridulce , el cuerpo dolorido como de fiebre y unas ganas inmensas de volver a dormirme, esta vez de verdad.

A veces escapar de las sábanas es una auténtica proeza.

2 formas de verlo:

La Penca dijo...

No me extraña...Esa vida onírica te deja muy fatigada...A mí me pasa. Besos.

María dijo...

Como dijo Calderón: "La vida es sueño, y los sueños, sueños son". No le des mayor importancia. Besitos.