28 de julio de 2007

el diezmo

Una de las primeras cosas que me pregunta la gente cuando se enteran de que vivo rodeada de campo y tengo sitio de sobra es: ¿y tienes huerto?

No tengo huerto. Me da pereza. Mis perros seguro que se harían vegetarianos al verlo y se lo merendarían. Migraciones enteras de pulgones se enterarían de tal evento y vendrían a vivir en él. Además, no se que puñetas tengo que soy lo puto peor para las plantas, a duras penas consigo que me sobrevivan y si lo hacen siempre están canijas.

El huerto lo tienen los vecinos. Cuando llegan estas fechas aparecen cada semana con una bolsa llena de kilos de tomates magníficos, de pepinos tiernos, de cebolletas preciosas, melocotones aterciopelados y aromáticos, todo recién recogido... Y entonces me siento como una especie de señora feudal recibiendo el diezmo.

Total, que me pego unos buenos festines sin tener que doblar el espinazo, de modo que busco la realización y me relajo con otras actividades extrahortelanas.

Solo me falta un vecino al que le encante pescar pero no soporte devorar a sus presas.

2 formas de verlo:

Anónimo dijo...

Más que vejetarianos Pepe y Lola difrutarían pateando el huerto que tu con tanto sudor y esfuerzo te habrías currado lo digo por experiencia! Y si bien es cierto que hay que doblar el espinazo puede resultar en muchos momentos una actividad muy relajante, sobretodo como en mi caso que quien se lo curra más es mi padre y yo me dedico a la sudorosa actividad de regarlo cada dos dias. Eso sí lo malo del huerto es que cuando nace, nace todo a la vez y te pasas 3 semanas seguidas cenando coles y comiendo lechuga y haciendo de buena amiga y vecina regalando más coles y lechugas, cuando en realidad te están haciendo un favor! Ahora le toca el turno a los tomates, joer no sé que voy hacer con tantos!! Alguien sabe como se hace la conseva de tomates!!! porque no tengo ni tantos amigos ni tantos vecinos.

Morgana dijo...

entonces...? es mejor tener un vecino hortelano que un huerto, no? jajajaj besos.