2 de agosto de 2007

Pena

Por la tele ha salido un momento un hombre llorando delante de su casa devastada por el fuego, en medio de un bosque de árboles fantasmas y de hierba negra. Parecía llevar todo un cargamento de enormes piedras de escollera dentro del pecho.

Supongo que hay desgracias mucho peores, aunque solo las imagino en un contexto de pérdida humana. Imagino que no pararán de decirle que al menos él y su familia están bien. A él y a todos los que se ven en esas circunstancias.

Bien de salud supongo, pero con un enorme agujero negro dentro, infectado de pena, intentando convivir con la evidencia de que los humanos no somos más que una panda de bestias vanidosas venidas a más y con poca memoria.

Es una mierda que la naturaleza tenga que ponerse tan bestia para recordarnoslo.

2 formas de verlo:

shichimi dijo...

Lo pensaba esta mañana, de las cosas más espantosas debe ser que se te queme la casa y todo el paisaje que te rodea; quedarte como sin memoria o lo que es peor, con la memoria de lo que fue.

La Penca dijo...

Es una mierda, pero a veces se nos olvida y nos lo tienen que recordar...Lo vanidosos que somos, y el complejo de superioridad tan terrible que tenemos frente al resto...
Besos.