21 de abril de 2006

Como nadie

Hace la mitad de mi vida.
Te reías como nadie, y nadie te hacia mas gracia que yo. Si, te reías como nadie. Tu sonrisa hacía callar a los pájaros y serenaba a los cielos. Toda la Tierra imitaba el color de tu piel, y las alas de las mariposas su textura.
Yo te amaba. El amor me apretaba el pecho como cuando la ropa esta recién estrenada. Te amaba con desmesura, a manos llenas, sin ninguna contemplación.
Para asistir cada tarde al espectáculo de la caída del sol, robábamos champán de las despensas de casa porque no nos llegaba para cerveza, y apenas para pipas. Aplaudíamos en silencio a los atardeceres, ¿te acuerdas? Era un otoño de cielos y mi corazón ardiendo. Tu eras tan joven que ni siquiera te había salido aun el corazón.
Daría la mitad de vida que aun me queda por volver a los diecisiete para poder amar de nuevo así.

(Volver a los diecisiete, de Violeta Parra)

3 formas de verlo:

Carla dijo...

Siempre se puede volver a amar... supongo que es una cuestion de no perder la ilusion.

Un besote, niña cantora ;-)

Anónimo dijo...

el amor debería ser gratuito

Carmen Griss dijo...

Reckoning, creo que me has captado... la ocasion la pintan calva cuando tu familia solo usa la sidra del lote de navidad ;-)
El amor deberia ser gratuito, pero no lo es, siempre supone alguna renuncia por pequeña que sea, y ese primer amor para mi es la cosa de mas valor que he poseido.