21 de mayo de 2007

Imaginar

Imagino cosas que no son posibles: para eso está la imaginación. Y las pienso insistentemente a ver si consigo soñarlas. De niña conseguía inducir mis propios sueños, pero ahora no se si es que ya no soy capaz, o que sencillamente no me acuerdo de lo que he soñado. Imagino tan fuerte que incluso siento los olores y la música que suena. Gracias a la imaginación aún siento que hay esperanza, que los años que pasan no pesan tanto...

Supe que me había hecho mayor cuando me dí cuenta y despues asumí que querer ser otra persona no es estar enamorada de ella. Era un desastre, estaba enamorada de un montón de gente, incluso de edificios y animales. Desde entonces sufro menos, pero me siento vieja... o quizá más que vieja, usada...

No se puede querer tanto.

Además no está bien visto.

Mejor imaginar.

1 formas de verlo:

Anónimo dijo...

Yo solía pensar que si piensas con mucha intensidad en algo antes de dormir, aparecerá en tus sueños. Me di cuenta de que eso puede pasar, pero la mitad de las veces la historia del sueño no es la que tú habrías querido que fuera.
Eso sí, los sueños despiertos no me los quita nadie, ahí puedo decidir yo cómo transcurre toda la historia.